La verdad es que a veces me sorprenden estas celebraciones ( a quien se le habrá ocurrido? Que se busca con ello?)
En fin sea por lo que sea y ya que nos ofrecen el día no esta mal pensar un poco en ella.
Casualmente acabo de regresar de Palencia de impartir un curso estupendo.
Trabajamos los conflictos y mi primera pregunta fue: ¿para que estamos aquí? ( aquí me refiero a esta vida): ¿para ser felices o para aprender?
Curiosamente la mayoría de las personas suelen elegir la felicidad y entonces les pregunto: y eso que es lo que es???
Entonces comienza un cúmulo de : puessss, shhhhhhiiii, como una cosa,, algo así como…….,
Quizás lo que nos pasa es que nos pasamos la vida queriendo conseguir un estado que no sabemos bien que es.
Hasta qué alguien dice: estar a gusto con uno mismo.
Toma!!! Entonces la felicidad no viene de fuera, no tiene que ver con una vida fácil,….??
¿Y como se consigue eso de estar a gusto con una misma?
Dicen que la felicidad se consigue en el camino de la búsqueda de la felicidad.
No es una frase muy chula pero si estoy de acuerdo con ella.
Cada vez que valoramos quienes somos, cada vez que nos sentimos cómodos con nuestras conductas, cada vez que sentimos sobre todo que mi vida y mi camino la elijo yo algo pasa por dentro ( por las tripas más o menos) que me hace sentirme bien, a gusto, contenta conmigo misma.
Yo siempre recuerdo la sensación de paz que sentía cuando estaba embarazada. En cada embarazo he sido una gorda feliz, las cosas como son.
Había algo en ese estado ( y mira que mis embarazos tuvieron de todo: vómitos, lumbalgia, acidez a tope, piernas hinchadas, kilos de más…..), sobre todo en el último trimestre, que me reconfortaba.
Recuerdo recostarme en una silla y poner los brazos encima de la tripa por debajo del pecho abrazando la barriga XL y sentirme verdaderamente bien.
De vez en cuando pongo esta misma postura pero no es lo mismo, falta mi barriga XL y sobre todo el bichejo que había dentro.
Con todo esa sensación me hizo observar y conocer mi cuerpo de manera distinta y sobre todo aceptarlo tal como era.
Creo que fue una época en la que aprendi a quererme de otra manera, menos juzgadora y más serena.
Quizás esa sea para mi la felicidad: sentirme serena.
Así que amigos y amigas, el camino parece claro: trabaja por conocerte y aceptar quien eres ( sobre todo esas cosas que no quieres que los demás vean y que justificas con frases como : he hecho eso pero así no soy yo!!) y seguro que consigues sentir algo parecido a la felicidad.
Con todo, estés lejos o cerca de ese punto: Feliz día de la felicidad!!!
Hace unos meses empecé a hacer ejercicios de atención plena (procuro evitar la cursilería de llamarlo mindfulness) y me di cuenta de algo que había leído muchas veces pero que no me lo acababa de tragar: la felicidad está en las cosas pequeñas.
Puedes pasarte la vida buscando una casa más grande, un coche más rápido o un trabajo mejor pagado, objetivos todos ellos muy lícitos, pero no van a aumentar nuestro nivel de felicidad. No al menos en la cantidad que esperamos. Cuando culminas objetivos así te sientes reconfortado, pero necesitas más, ya que si no, sientes un vacío existencial.
Ser plenamente consciente de todo lo que sentimos y hacemos, nos provoca una maximización de sentimientos que, bien canalizados nos proporcionan mucha más felicidad, tanto si esos sentimientos son agradables como si no.
Yo he aprendido a disfrutar como no lo había hecho nunca de la mirada de Lía, mi cocker, cuando la llamo; de un paseo sin rumbo o incluso de la comida, de la que procuro disfrutar lentamente cada bocado.
De hecho, ahora hago lo mismo con la vida. Disfrutarla a cada bocado.
Buff… Perdona por la chapa, me he enrrollado un poco…
GRACIAS GRACIAS GRACIAS JORGE
Ha sido un verdadero placer compartir esta edición de Demai y recordaré siempre tus desafíos y afrontando situaciones difíciles. Eso te ha hecho crecer y espero sigas a sí porque has hecho un trabajo fantastico.
Daré un Beso fuerte a mis queridas colegas de tu parte