LA HERENCIA DE LOS PADRES: LO QUE EL NOTARIO NO CUENTA

Según el diccionario, Herencia significa Patrimonio o conjunto de bienes de un difunto que se trasmite legalmente a sus sucesores.

Conjunto de bienes, dice la definición, ¿siempre? ¿Me pregunto yo?

Mi madre siempre dice que cuando se muera echaremos de menos la comida tan increíble que es capaz de cocinar y ofrecernos. Además de un millón de cosas mas, tiene razón, sé que su herencia no me la tiene que leer un notario porque lleva toda la vida repartiendo bienes entre sus hijos, nietos, sobrinos,……

Mi padre murió cuando yo tenia 5 años. Era joven ( 35 años) y le dio tiempo para dejar un buen legado tanto profesional pero sobre todo personal. Nos dejó su sentido del humor, su amor por la naturaleza y por la familia, sus ideales y su vocación social. En su caso, también cumple con la definición.

Jonás, 21 años, cinco de relación con su novia y lo deja porque entiende que tendría que sentir otra cosa, que se sentía incompleto, que tenia demasiadas ganas de entregar amor pero no encontraba a quien,.

Como millones de parejas jóvenes deciden dejarlo justo antes de comprometerse a una vida en común.

Un día soleado, sale a la calle con ganas de mirar qué le ofrece el mundo, con ganas de ver cosas nuevas.

Se encuentra con la mirada de un chico. Es guapo, pensó, ¡madre mía¡ , es muy guapo. Le encanta su sonrisa, sus ojos, su cuerpo bien musculado.

Jonás siente algo distinto, un calor especial recorre su cuerpo, la cabeza deja de darle vueltas, se siente despejado.

Se percata que le esta mirando, y él le devuelve la mirada. Se le escapa la sonrisa, siente que ese chico ya se ha convertido en algo especial para el.

Siente, siente, siente…..

Se conocen, se hablan se acarician,.. Jonás, poco a poco, se libera y poco a poco nota que todo el amor que es capaz de dar ahora sabe a quien regalárselo.

Hasta aquí, es una preciosa historia de amor. Pero esto no es todo lo que pasa en la vida de Jonás.

La madre y el padre de Jonás no saben nada, ni siquiera su hermana. Jonás no se atreve a decirlo, sabe que no va a gustar, o mejor dicho sabe que va a generar un terremoto.

En esa misma época, el trabajo de Jonás tambalea, y además se pone enfermo.

Su enfermedad le genera mucho dolor pero los médicos no encuentran causa concreta de la inflamación que tiene. El dolor es insoportable.

Me pregunto cuanto de ese dolor es físico y cuanto de ese dolor tiene que ver con su gran secreto.

A veces creo que la inflamación de Jonás no deja de ser una metáfora del momento de la vida que estaba pasando. A veces pienso que su nueva mirada al mundo y sus ganas de disfrutar chocaban frontalmente con su miedo a que sus padres se enteraran, sobre todo su padre.

Durante unos meses Jonás no dice nada y pierde grandes energías en ocultar su vida y su homosexualidad. La inflamación es cada vez peor y Jonás va perdiendo las energías. Le da miedo que sus padres se enteren, le da miedo que el dolor nunca pase, le da miedo que su trabajo se acabe, le da miedo sentir y vivir. Jonás esta secuestrado emocionalmente, no es capaz de tener un día agradable, cree que no es capaz de nada.

Un día Jonás se despide de su chico, piensa que no puede compartir con nadie su situación, que él no se lo merece.

Unas semanas mas tarde, estando en su casa, solo, decide que no quiere seguir viviendo con este peso ( dolor, secreto, culpa,…) y se toma 150 pastillas.

Afortunadamente no era su momento y tras dos días muy delicados en la UCI sale del coma. Es ahí, ese día, cuando Jonás le cuenta a sus padres y a su hermana que era homosexual.

El padre le dice: ¿cómo nos has podido hacer esto?

 

Me cuesta hasta escribir la frase, no me puedo imaginar lo que Jonás tuvo que sentir.

Cuando me lo contaba lloraba como un niño pequeño.

Todavía estuvo un mes mas ingresado para recibir terapia.

Hoy Jonás sigue con dolores, con inflamación, con temor, pero sabe que necesita aprender a liderar su vida y aceptar lo que depende de él y rechazar lo que no.

Es fuerte y ahora tiene ganas de aprender a vivir por lo que seguro lo conseguirá.

Yo estoy convencida de que su padre quiere a su hijo, no tengo dudas. Seguro que a él sus padres le dejaron herencias igual de duras y envenenadas.

Creo que la herencia, los bienes que podemos dar a nuestros hijos y seres queridos es el Amor, y la aceptación incondicional de cómo son y cómo quieren vivir su vida.

Os confieso que me sorprende cómo en 2015, en un país desarrollado, estas cosas sigan pasando.

Me encantaría conocer al padre de Jonás para proponerle que cambien la herencia que le esta dejando por esta otra:

  • Mira a Jonás para saber lo que quiere y no lo que tu querrías a su edad
  • Escúchale para saber cómo siente sus problemas, sus nuevas experiencias sus primeros y sus últimos amores.
  • Ríe con Jonás de corazón
  • Cuéntale tus problemas y tus inseguridades, que vea tu humanidad.
  • Relaciónate con Jonás como una persona independiente de ti y no como una prolongación tuya.
  • Sé humilde para pedirle perdón y decir: me he equivocado.
  • Dile ¨te quiero millones de veces al día.
  • Bésale y acaríciale de verdad con honestidad.
  • Sé su ejemplo y acepta que tenga en la vida modelos distintos al tuyo donde fijarse.
  • Aprende de Jonás y no pienses que él es el equivocado
  • Ayúdale a marcar limites sanos en su vida donde se sienta sano y tenga relaciones positivas, con quien quiera tenerlas.
  • Dile ¨NO cuando quieras decirle ¨NO y acepta que Jonás te lo diga a ti.¨
  • Disfruta de Jonás y déjale marchar cuando le toque explorar el mundo por su cuenta.
  • Recibe sus lloros y sus errores, estate a su lado.
  • En una palabra quiérele tal como es y tal como va transformándose.

Quien quiera esta herencia os invito a darla en vida y no esperar a que la cuente el notario, porque él nunca lo hará.

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